Los beneficios de la danza
La danza además de ser una forma de expresión artística aporta gran cantidad de beneficios integrales para la salud tanto física como psicológica.
Dentro del aspecto físico, la danza es un ejercicio amplio que involucra una amplia gama de movimientos como saltos, giros, flexiones, estiramientos etc. Estos trabajan diferentes grupos musculares, lo que lleva al fortalecimiento y tonificación del cuerpo. Cada estilo de danza implica movimientos específicos que desafían y fortalecen músculos específicos. Además de fortalecer los músculos la danza también ayuda al fortalecimiento de huesos y articulaciones contribuyendo a la salud ósea.
También mejora la flexibilidad, ya que requiere de movimientos que estiran tanto músculos como articulaciones, lo que a su vez ayuda a aumentar el rango de movimiento reduciendo la rigidez muscular y previniendo lesiones.
Gracias a la danza mejoramos nuestra postura y coordinación, al realizar movimientos repetitivos y coreografías se promueve también el equilibrio y la coordinación. En resumen, dentro de este aspecto la danza ayuda a tener conciencia corporal, los bailarines deben ser conscientes de su cuerpo y su postura en todo momento dentro del espacio, lo que lleva a una mayor atención en el equilibrio, control y consciencia sobre la postura y por ende les ayuda a desarrollar una sensibilidad única hacia la manera en la que el cuerpo de desarrolla con el entorno. Esta constante atención no solo afecta a la hora de bailar, sino que también contribuye a mantener una postura adecuada en el día a día.
Como es una forma de ejercicio aeróbico se mejora la salud cardiovascular, hay un aumento de la resistencia y una quema de calorías. La danza implica movimientos contínuos y ritmos que elevan la frecuencia cardíaca, promoviendo así una mejora en la resistencia cardiovascular. Esto ayuda a los pulmones y al corazón a trabajar de manera más eficiente.
En cuanto a nivel psicológico hablamos de danza como una forma de espacio para liberar emociones, reduciendo el estrés, ansiedad y depresión. Cuando bailamos expulsamos endorfinas las cuales nos generan sensaciones de bienestar.
Como en la danza se requiere de concentración y memoria para recordar secuencias de movimientos, esta ejercita el cerebro, algo muy beneficioso para la salud cognitiva.
La danza es una forma de autoexpresión que permite a los individuos explorar y comunicar sus emociones y pensamientos a través del movimiento. Esto, en parte, es una forma de terapia para aquellos que tienen dificultades a la hora de expresarse verbalmente. Además, la práctica de la danza mejora la autoestima y la confianza en uno mismo..
Como conclusión, la danza es una práctica que nos aporta diversos beneficios físico y psicológicos. No solo mejora la condición física, fortalece musculatura, aumenta flexibilidad y mejora postura, sino que también tiene impacto positivo dentro de la salud mental al reducir estrés, mejorar el estado de ánimos, aumento de la confianza, permitir la expresión emocional y potenciar la concentración.
Todos estos aspectos hacen de la danza una actividad profundamente enriquecedora y terapéutica que contribuye al bienestar general del ser humano.
